Hasta el 85% de los pacientes con Carcinoma Hepatocelular tienen alteración hepática de base, cirrosis.
Es 4 a 8 veces más frecuente, en hombres que en mujeres.
El diagnóstico precoz de la enfermedad resulta fundamental para comenzar a tratarla cuanto antes y retrasar su progresión.
Actualmente el cáncer de hígado es el sexto más común a nivel global, y en cuanto a mortalidad ocupa el segundo lugar.
Ante la sospecha de un cáncer de hígado, los médicos realizan una serie de exámenes para confirmar el diagnóstico y también con el fin de definir el estadío en la que se encuentra la enfermedad al momento del diagnóstico, estos son:
Exámen físico.
Ultrasonido.
Tomografía computarizada (CT o CAT)
Imágenes por resonancia magnética (MRI)
Análisis de sangre (alfa-fetoproteína)
Por otro lado, el tratamiento, varía de paciente y de la etapa de la enfermedad de cada paciente. Algunos de los tratamientos son:
Cirugía.
Trasplante Hepático.
Quimioterapia.
Inmunoterapia.
Embolización
Destrucción de células cancerosas con calor o frío.
El Carcinoma Hepatocelular es un asesino silencioso, que tiene más incidencia con personas que tuvieron cirrosis, hepatitis C o B, alcoholismo, obesidad, entre otros.
Son casi 841.100 nuevos casos de Carcinoma Hepatocelular diagnosticados cada año a nivel Mundial.
Por los factores de riesgo, es una enfermedad que irá en aumento y será un problema grave de salud pública.
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Referencias:
M-EC-00001384
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